Lo primero que quiero decir sobre el helado de yogurt griego con fresas es: ¡que delicia! Y es que no siempre podemos comer todo el helado que en realidad queremos, y es ahí adonde el yogurt llega a nuestro rescate. Su consistencia cremosa y su sabor neutro nos ayudan a hacer agradables combinaciones con frutas de todos tipos, en este caso utilicé fresas rojas y maduras para un sabor dulce y vibrante color.
La receta en sí es muy sencilla y rápida de hacer, y no requiere de preparación más allá de lavar bien las frutas que vamos a usar. En el caso de las fresas no es necesario ningún paso adicional, pero si quisiéramos hacerlo con mango por ejemplo, habría que colarlo para eliminar las fibras, al igual que la mora para eliminar las semillas. Recuerden no adicionar agua, ya que la consistencia del yogurt se puede ver afectada y lo que hace que este helado sea tan rico es la cremosidad del yogurt griego.
INGREDIENTES:
- Fresas maduras, lavadas y sin hojas
- Yogurt griego libre de gluten de sabor natural (a la hora de mezclar el yogurt debe estar frío)
PREPARACIÓN:
Se puede utilizar una batidora o un batidor de mano, la idea es colocar las fresas (la cantidad depende de la intensidad del sabor que deseemos, yo utilicé unas 10 fresas) y agregar una taza de yogurt (se puede incorporar miel de abeja o algún endulzante si las fresas están un poco ácidas, ante todo recordemos probar lo que estamos haciendo y adaptar en el camino a nuestro gusto si es necesario). Se bate a velocidad media y se coloca en un monde apto para congelador. No batir en exceso ya que podemos terminar con una consistencia blanda y acuosa y lo que queremos es lograr un equilibrio a la hora de congelar.
Se deja enfriar en el congelador por dos horas. Se puede agitar un poco cada treinta minutos para mover la mezcla, ¡y está listo para servir!
Con cariño,