
Otra receta para el desayuno o para una merienda. Facilísima, muy nutritiva y a prueba de dolor de estómago. Esto es importante para los que se levantan en la mañana sin muchas ganas de comer, o para cuando por alguna razón nos duele el estómago, o simplemente cuando necesitamos un desayuno que nos haga sentir satisfechos y nos llene de energía por toda la mañana.
Claro, la avena tiene que ser certificada libre de gluten. Esto porque en la mayoría de los casos, a nivel industrial, la avena se contamina de gluten al entrar en contacto con otros granos como el trigo y la cebada. Por ejemplo, un campo de avena podría ser segado con el mismo equipo que se utiliza para el trigo. Podría también ser procesada en equipos que se utilizan también para otros granos. Por esta razón es importante que verifiquemos que la avena sea certificada libre de gluten.
Es importante mencionar que algunas personas celiacas, alérgicos o sensibles al gluten,pueden serlo también a la avena. En ese sentido, no es una buena opción de ninguna manera.
Pero, para los celiacos que no tienen problemas con la avena, es una maravilla ya que es rica en fibra y contiene calcio, potasio, magnesio, zinc, hierro y vitamina B. Adicionalmente es rica en proteínas y tiene ácido linoleico conocido como ácidos grasos omega 6 que podrían ayudar a controlar el colesterol, los triglicéridos y regular la presión arterial.
INGREDIENTES:
- 1/2 taza de hojuelas de avena libres de gluten
- 1 taza de leche (puede ser de vaca, deslactosada, de almendras o incluso agua)
- Azúcar orgánica al gusto (puede utilizar el endulzante de su preferencia)
- Fresas al gusto
- Almendras libres de gluten al gusto
PREPARACIÓN:
En una olla colocar las hojuelas de avena junto con la leche, poner a fuego bajo hasta que hierva. Remover constantemente para que la avena no se pegue. Una vez que hierve se retira del fuego. No paren de remover porque se apelmaza, la avena espesa muy rápido. Generalmente agrego un poco más de leche para evitar esto. La cocción se puede hacer también con agua en lugar de leche. Se agrega el azúcar, miel o endulzante de su preferencia y se sirve en un plato hondo. Se agregan las fresas y almendras. Es importante que las almendras sean certificadas libres de gluten, porque al igual que la avena son susceptibles de contaminación cruzada en las fábricas y plantas de procesamiento.
Con cariño,