
Me encanta el yogurt griego por su versatilidad. Es cremoso, tiene un sabor neutro y se puede emplear en múltiples recetas, ya sean dulces o saladas. Para los celiacos es importante tomar en cuenta que el yogurt griego, ya sea regular, bajo en grasa, etc., debe ser libre de gluten. Algunos podrán preguntarse ¿cómo puede tener gluten el yogurt? Y es que como en la mayoría de los casos, nos damos cuenta que el gluten aparece por todas partes, hasta en los lugares que menos lo esperamos. En el tema del yogurt el gluten puede estar presente en los ingredientes añadidos como espesantes y los ingredientes encargados de dar textura y consistencia. También podríamos encontrarlo en los colorantes y saborizantes artificiales. Por eso debemos elegir bien el yogurt que vamos a utilizar.
En el mercado hay gran variedad de yogures, y gracias a la innovación (y en parte a que está de moda) en el área de refrigeración encontramos diferentes marcas y tipos de yogures certificados libres de gluten. Nos toca la tarea de leer etiquetas y buscar el logo de libre de gluten en los productos.
Cuando logro encontrar un producto que me gusta, le tomo una foto con mi celular y lo dejo en una lista de especial, así cuando voy de compras puedo refrescar mi memoria y no olvidar las cosas que me gustan y dónde están.
Esta receta es muy sencilla, creo que no le puedo llamar ni receta porque en realidad son cuatro ingredientes que se mezclan y está listo. Así que es una idea o sugerencia para una merienda saludable, un “mata hambre” por las noches (a mi me dan ataques de hambre por las noches) o un desayuno rápido, sano y colorido.
Simplemente se pone yogurt griego natural, del que es blanco y espeso y que no tiene sabor en un plato hondo, se le agregan fresas y uvas verdes sin semillas al gusto y para coronar:miel de maple (se puede sustituir por miel de abeja). El maple es originario de Canadá y se obtiene a partir de la extracción de la savia del árbol de arce. Se hace una pequeña perforación en el árbol y se inserta un tubo mediante el cual por goteo, se recolecta el maple. Una vez la cubeta de maple está llena la savia se traslada a una cacerola adonde se cocina para producir la miel o jarabe de maple.
A esta receta, el maple le da un toque único, con su sutil color ámbar y su delicado dulce. La miel de maple debe ser pura, hay que tener cuidado ya que en el mercado existen muchas imitaciones artificiales de la miel de maple, podemos verlo en las grandes marcas internacionales, un porcentaje muy bajo es miel de maple natural y el resto es jarabe de maíz de alta fructosa con sabores y colores artificiales que pueden contener gluten.
Así que al igual que con el yogurt hay que tener ciertos cuidados, no hay que desanimarse porque actualmente existen opciones en el mercado y no son difíciles de encontrar.
Ahora sí, la receta, ya sea para el desayuno, una merienda o para controlar el hambre en las noches.
INGREDIENTES:
- Yogurt griego natural libre de gluten
- Miel de maple natural (o miel de abeja)
- Fresas
- Uvas sin semillas
PREPARACIÓN:
Lavar bien las fresas y las uvas. Rebanar las fresas y las uvas si lo desean, también se puede usar la fruta son cortar. A mi me gusta cortarlas para que el maple y el yogurt entren en las frutas. El yogurt debe estar en refrigerador para conservarse debidamente y así además tiene una textura más firme y cremosa. Servir el yogurt frío en un plato hondo, agregar las frutas y por último poner un chorro de miel de maple natural.
Con cariño,